Frecuentemente cuando las personas se refieren a la autoestima hablan en términos de alta o baja. Resulta una clasificación demasiado reducida y por ello, es necesario englobarla en las diferentes áreas de la vida de una persona.
Podremos así encontrar un chico que tenga una baja autoestima en lo académico y quizá una alta autoestima en lo social o en lo deportivo.
Por tanto, habrá que hacer un análisis en el área personal, viendo cuánto valoro mis cualidades personales, virtudes, defectos.
También observar nuestra área familiar, valorando cómo me siento dentro del entorno más próximo y en el hogar.
Con respecto al área social, evaluar qué tipo de relaciones establezco, si me siento querido/a y reconocido/a por mis iguales, si tengo un lugar, si puedo contar y confiar en los demás.
En el área académico-laboral, analizar como de satisfecho/a estoy con mi rendimiento/ esfuerzo y si me siento realizado/a.
En lo que respecta al área de la salud, si me gustan los hábitos que mantengo, si los considero saludables, si me gusta mi cuerpo, etc.
Tras realizar este análisis por áreas, y el resultado obtenido, habrá que buscar un equilibrio, para intentar que el balance sea positivo.
Teniendo claras estas áreas es mucho más fácil plantearse objetivos concretos que propicien cambios y mejorías.