Soy paciente y me puedo desorientar, perder y tengo capacidades para salir adelante y tomar mis propias decisiones.A veces, no puedo y otras no quiero ver lo que me pasa.No siempre estoy preparado para recibir ayuda, aunque lo desee.Necesito mi tiempo y esperar a descubrirlo por mí mismo.Saber y conocer las dificultades de la persona que tengo delante, me acerca y me hace confiar.Puedo pagar religiosamente las terapias y también resistirme y no hacer las tareas.Con frecuencia, me cuesta ir a las sesiones, aún sabiendo que me sientan bien.Una vez que lo veo y lo entiendo, me lo llevo puesto. Si no lo veo o no estoy de acuerdo, lo muestro. Intento que no se me olvide lo difícil que es sentarse en el sillón del paciente.