Las relaciones implican un “yo” y un “tú”. El grupo ofrece un espacio de confidencialidad y seguridad, donde experimentar y atreverse sin juicio y poder encontrar otras miradas que mejoren la comprensión propia y del otro/a. La potencia de grupo terapéutico reside en que las personas que te acompañan hacen de espejos, devolviéndote imágenes que a veces no somos capaces de ver. Fritz Perls enfatizaba en la eficacia del encuadre grupal sobre el individual, porque actuaba de manera más contundente sobre nuestras resistencias.